En un altar barroco de mediados del siglo XVII que se encuentra en la nave del evangelio de la Parroquia de Santa María Magdalena se venera este nazareno que a pesar de la gran devoción que tuvo antaño, hoy permanece cubierto por el polvo y olvidado en su retablo.
Se fecha entorno al año 1600 y es de tamaño algo menor que el natural. Es una escultura tallada en el frente y con el dorso plano, quedando vestida por una túnica burdeos bordada en oro del siglo XVIII que se le volvió a poner hace no mucho tiempo. Su rostro presenta una expresión de marcado carácter dramático, representado así su advocación.
Curiosamente, la cruz no descansa sobre el hombro, sino que la sujeta con las dos manos, extendiendo los brazos hacia la izquierda. Esta cruz es de planchas de carey y plata, que por el repujado de la plata parece ser del siglo XVII, ya que presenta las típicas flores bulbosas que caracterizaron la orfebrería sevillana de esta centuria. También posee unas potencias de plata de estilo rocalla pudiendo fecharse en el primer cuarto del siglo XVIII.
2 comentarios:
Que pena k estas devociones s hayan ido con lo bonitas k son fijaos en este nazareno una peciosidad lo bueno k podria pasar fuera k s formara una hermandad con todas estas devociones olvidadas
trianero enanuxo 11 añetes
La talla tiene un gran valor, y el regusto añejo de su advocación daría par una buena Hermandad.Pero vivimos tiempos de "novelería cofrade" y recurrimos a lo nuevo, aunque no sea muy bueno, en lugar de recuperar. Una lástima.
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